Nos gusta contar cuentos a nuestros hijos, y aún nos gusta más si los hemos ilustrado nosotros mismos. Cuando nos surgió la oportunidad de ilustrar nuestro primer cuento no nos pudimos negar.
Para empezar a ilustrar hemos tenido que partir de la creación del personaje, Martina: la hemos vestido, le hemos dado personalidad propia y hemos ideado todo un universo propio que la rodea. Una vez hemos tenido clara su personalidad y manera de actuar hemos ido dándole vida a lo largo de las páginas del cuento. Todas las ilustraciones han sido creadas a lápiz sobre papel, las hemos digitalizado y hemos pasado a la aplicación del color, texturas y retoque fotográfico. Finalmente hemos hecho la maquetación y artes finales listo para la publicación.
Texto e ilustración se combinan para contar un cuento divertido y a la vez didáctico. Todo ello ha sido un proceso mágico que hemos disfrutado a cada paso.